miércoles, 24 de julio de 2013

¿Así que quieres ser escritor?

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.

Poema de Charles Bukowski.





jueves, 14 de marzo de 2013

Django, no Yingo.

Anoche fui a ver Django. ¡Me encantó! Tarantino mi amor. Me reí, lloré, y me estremecí por una historia que se habrá repetido miles de veces en lugares recónditos de éste mundo, y no tan recónditos. (Demasiado me gusta la palabra "recóndito", ¿a vos no?).

Ahora bien, lo que yo no puedo CRE-ER, es que haya gente que vaya a ver una obra maestra como esa, dirigida por un tipo que tiene una trayectoria de la gran pistola, y se pase mensajeando o revisando desde su celular las redes sociales.

¡BOLUDO! ¡Te fuiste a ver Django, y te comportás como si estuvieses viendo Yingo! (?) Me parece absolutamente odioso, irrespetuoso, y troglodita, ir al cine e iluminar la cara de todos los demás con tu teléfono, porque la película no te agrada o porque no tenés el suficiente criterio como para valorarla.

Nos falta muchísimo para ser respetuosos unos con otros por lo visto, si no te gusta, salís del cine hermano, y listo.

Y aunque, ¿quién soy yo para decir lo que la gente debe hacer o no?, sugiero nomás que si vas a ir al cine a jugar con tu teléfono, compres pororó y te sientes en tu sofá a ver videoclips de Maná, que tal vez algo como eso atrape la atención de eso que tenés en la cabeza, y que claramente se atrofia en algunos casos.

Me enojé.

Tarantino te amo para siempre.



martes, 12 de febrero de 2013

Ésta es la única gente que me interesa.

Jack Kerouac, en su libro "On the Road", escribió: 

"(...) Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa.

Porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un “¡Ahhh!”…” .

Y yo estoy de acuerdo con él. :)



miércoles, 30 de enero de 2013

Te libero.

Te libero de mí, de mis males, de mi malgenio, de los domingos por la tarde en donde nunca puedo más, del odio a mis cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas.

Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento.

Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, sin peinar.

Te libero de mi consciencia, del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huida inevitable.

Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras, menos.


Autor: Ni idea.